miércoles, 25 de marzo de 2015

La procesionaria del pino



Con la llegada del buen tiempo nos gusta ir con nuestros perros al monte, a zonas verdes… en estas escapadas disfrutamos mucho con ellos pero también acarrea riesgos que debemos conocer para poder evitar.

Uno de esos riesgos que habitualmente vemos son perros afectados por la procesionaria.
La oruga procesionaria del pino, llamada así porque se mueven en hileras, “como en procesión” la encontramos fácilmente en los meses de primavera en las zonas donde hay pinos o cedros.
También hay riesgo con nidos caídos al suelo que hacen desprender en el entorno estos pelos, y muy ocasionalmente, con pelos llevados por el viento que dan, por ejemplo, afecciones oculares.


Esta oruga cuenta en todo el dorso con unos pelos urticantes que con solo tocarlos u olfatearlos pueden producir dermatitis urticantes.


El riesgo está cuando la curiosidad de nuestras mascotas hace que olfateen las orugas y las laman o se las coman.
La reacción tras el contacto es inmediata, se produce hipersalivación, se inflama la lengua, pudiendo necrosarse y llegando a perder alguna parte afectada.

El perro se mostrará nervioso, se tocara la boca con las patas... así que si sospechamos que nuestro perro ha entrado en contacto con esta oruga es importante llevarlo rápidamente a un centro veterinario, ya que la severidad de las lesiones está relacionada con la parte del cuerpo afectada y la rapidez en instaurar el tratamiento.





La mejor medida contra esta intoxicación es la prevención, así que deberíamos evitar en la medida de lo posible las zonas con pinos en estos meses o, de no ser posible, vigilar que no olisquee estas orugas o sus nidos 

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